Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros, para garantizar el funcionamiento de la web, personalizar el contenido y recabar información sobre la navegación y comportamiento del usuario. Puedes aceptar el uso de cookies o configurar sus preferencias, así como obtener más información en nuestra Política de Cookies.
Configuración
EAPN-Flash.¡Suscríbete a la actualidad de la red!
¡Haz tu donación contra la pobreza!
27/04/2015 | EAPN - Actualidad
Ante la reunión de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE
La falta de voluntad de Europa de acabar con la tragedia de las personas migrantes que se aventuran a cruzar el Mediterráneo ha vuelto a quedar en evidencia tras la última reunión de los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE.
La prevalencia de la defensa de las fronteras frente a los derechos de las personas supone un alejamiento de la Europa social y los principios fundadores de la Unión. Los Estados miembro deben mantener una operación de salvamento y rescate que impida el genocidio al que estamos asistiendo, y que ha tenido su demostración más plausible en la última tragedia en aguas libias, donde casi mil personas perdieron la vida intentando alcanzar la costa italiana. Estas situaciones no pueden ni deben repetirse.
La política migratoria y de asilo europea ha de basarse en vías de acceso legales y seguras y no ser únicamente una política de control de las fronteras. Esta política también ha de incluir líneas de lucha contra las redes de tráfico y trata de personas. La lucha contra las mafias no puede basarse únicamente en el hundimiento de barcos fuera de nuestras fronteras, sino en políticas activas de cooperación y desarrollo con los países de origen.
Las operaciones Tritón y Poseidón, tal y como están planteadas en la actualidad, no son la solución. Pese al incremento presupuestario de Tritón, no tienen las características ni los objetivos de las operaciones de salvamento y rescate. Necesitan ser mejoradas con acciones que garanticen la vida y los derechos de las personas.
Europa debe ser más justa y solidaria con las personas migrantes y refugiadas. El reasentamiento de 5. 000 personas refugiadas es claramente insuficiente. Nos encontramos en un momento histórico clave, en el que se ha superado el número de personas refugiadas de la II Guerra Mundial. No podemos permitir que se repitan los dramas humanos vividos entonces. Es el momento de tomar la iniciativa y recuperar los valores que nos llevaron a la fundación de la Unión Europea. Valores de justicia, solidaridad y cooperación entre los pueblos hoy más que nunca imprescindibles.