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14/06/2023 | EAPN - Actualidad
En 2022, 95,3 millones de personas estaban en riesgo de pobreza o exclusión social en la UE, lo que equivalía al 21,6 % de la población. Así lo ha revelado este miércoles la Oficina Estadística de la Unión Europea, Eurostat, que ha hecho públicos los datos de condiciones de vida en Europa referidos a pobreza y exclusión social (tasa AROPE). La cifra se mantiene prácticamente constante respecto a 2021, cuando ascendía al 21,7 %.
En la comparativa por países, España sigue siendo un año más el cuarto país con mayor tasa AROPE, solo por detrás de Rumanía (34,4 %), Bulgaria (32,2 %) y Grecia (26,3 %), pese a que se redujo del 27,8 % al 26 % en 2022, según el Avance de Resultados del XIII Informe sobre el Estado de la Pobreza de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES).
Respecto a la diferencia por colectivos, el riesgo de pobreza o exclusión social fue mayor en toda la UE para las mujeres (en lugar de los hombres), personas jóvenes (en lugar de las personas mayores o de mediana edad), las personas con un nivel educativo bajo (en lugar de las personas con un nivel educativo medio o terciario), las que vivían en hogares con menores a cargo: más de una quinta parte (22,4 %), y aquellas en situación de desempleo (65,2 %).
Desde EAPN-ES, venimos denunciando que las tasas de pobreza y exclusión social en Europa son altas y constantes. Este hecho evidencia causas profundas y estructurales que las sucesivas crisis no han hecho más que agravar. Si analizamos el desglose por colectivos y países, vemos una UE a diferentes velocidades, caracterizada por la desigualdad, lo que requiere de una fuerte transformación social para poner el sistema económico al servicio de las personas.
El pasado mes de febrero se publicó la última encuesta del Eurobarómetro sobre equidad y desigualdad. Los resultados eran claros: una abrumadora mayoría de la ciudadanía de la UE apoya un refuerzo de las políticas sociales a nivel nacional y europeo, así como un incremento del gasto social. Según los datos revelados, más del 81 % de la población europea cree que las diferencias de ingresos son demasiado grandes en su país, y el 78 % considera que el gasto público general en políticas sociales clave debería aumentar, en orden de preferencia, en salud, dependencia, educación, pensiones, vivienda, garantía de ingresos, políticas familiares y apoyo al desempleo.
El abordaje de la pandemia de COVID-19, de la crisis energética y de los efectos de la guerra en Ucrania ha sido muy diferente al que presenciamos en la gran recesión de 2008, priorizando las políticas sociales frente a los recortes y la austeridad, en la senda de lo demandado por la propia ciudadanía de la UE. Sin embargo, como muestran las cifras de Eurostat, aún queda mucho camino por recorrer.
El próximo 1 de julio España asume por seis meses la presidencia rotatoria del Consejo de la UE. A la vista de los datos, desde EAPN-ES queremos recordar que este hito debe servir para poner en el centro de la agenda política europea la ampliación de las políticas sociales impulsadas frente a las sucesivas crisis, en colaboración con las organizaciones de la sociedad civil, y en línea con lo demandado por la ciudadanía de la UE y los compromisos adquiridos en materia de lucha contra la pobreza y la exclusión social.