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09/10/2020 | EAPN - Actualidad
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentó el pasado miércoles 7 de octubre “El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía española”. Este anuncio tiene como trasfondo la caída del crecimiento económico y una grave crisis del empleo, originados por las consecuencias de la pandemia de la COVID-19. El marco financiero del nuevo Plan está definido por los Fondos de Recuperación Europeos. En total, se plantea una inversión de 72.000 millones de euros en tres años, procedentes del Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia, que concentra el grueso con 59.000 millones en transferencias, y por otro lado el REACT-EU que proporciona financiación por 12.400 millones.
Según ha informado el Presidente del Gobierno, el Plan diseñado para los próximos tres años se estructura en torno a “cuatro transformaciones que el gobierno ha situado desde el principio en el centro de la estrategia de política económica: la transición ecológica, la transformación digital, la igualdad de género y la cohesión social y territorial.” Estas líneas se sustentarían en la Agenda 2030 de Naciones Unidas y la propia Agenda del Cambio del Gobierno, de acuerdo con lo indicado en la presentación.
Estructura del Plan
Valoración de EAPN-ES
Destacamos el carácter positivo de este enorme esfuerzo realizado por la Unión Europea en su conjunto, que permitirá el acceso a fondos extraordinarios, que se suman a los ya asignados a España mediante el Programa de Fondos Estructurales, para atajar las consecuencias negativas de la pandemia de la COVID-19.
Un aspecto para tener en cuenta en esta valoración es que la asignación de estos fondos está muy orientada por la propia Unión Europea. Esto explica en parte la distribución de recursos entre las “líneas tractoras” principales: más del 37% del Plan a la inversión "verde" y cerca del 33% a la digitalización. Es decir, que 7 de cada 10 euros irán dirigidos a acciones medioambientales o digitales. El problema que observamos es que no se aprecia una transversalidad en estas medidas, a fin de afrontar la cohesión social. En el ámbito de la digitalización, algunos ejemplos de lo expuesto serían: abordar la brecha digital más allá del sistema educativo, como en el caso de la recualificación de las personas en edad activa que más sufren la brecha. En el tema de la economía verde, los ejemplos podrían ser la construcción de viviendas sostenibles de alquiler social, erradicar la infravivienda, el chabolismo y revertir el hacinamiento en las viviendas de los hogares de rentas bajas, como elementos propios de una vida sostenible y saludable.
Otro aspecto problemático es que la distribución de medidas y fondos presentada en el Plan -a falta de confirmarla cuando sea posible acceder al documento definitivo- deja poco margen de financiación para las restantes dos grandes “transformaciones” anunciadas por el Ejecutivo, que son la igualdad de género y la cohesión social y territorial. Nos preocupa especialmente que, ante la más que posible escalada de la pobreza y exclusión social debido a la pandemia, que probablemente supere al 25,3% de la población de España (último dato disponible), no se haya dado prioridad a poner en marcha urgentemente los programas operativos de la Estrategia de Prevención y Lucha contra la Pobreza 2019-2023. En este sentido, resulta alarmante que, con esta financiación europea, no se hayan destinado recursos a las acciones específicas para que España pueda hacer su parte en la reducción de la pobreza de la UE (ya que aportamos 11.875.000 de los 109.800.000 de personas en riesgo de pobreza y exclusión que viven en la UE). Si bien la Agenda 2030 está presente en el discurso, no vemos una relación directa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de carácter social (por ejemplo, con la reducción de la pobreza infantil), ni cómo se van a desarrollar los principios contenidos en el Pilar Europeo de Derechos Sociales que no están recogidos en las políticas tractoras.
El último aspecto de preocupación se refiere a la falta de gobernanza en el proceso de elaboración de este Plan. En los últimos 5 años, EAPN ES ha participado, junto con la Plataforma del Tercer Sector, en el seguimiento de los Programas Nacionales de Reforma y en el proceso del Semestre Económico, haciendo sus aportaciones y recomendaciones para que los intereses de las personas en situación de pobreza y exclusión sean tenidas en cuenta en las políticas y presupuestos públicos. En el caso del “Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía española”, no ha habido participación, ni propuestas, a pesar de que otros gobiernos de la UE sí han abierto procesos de diálogo con interlocutores sociales y civiles.
Esperamos que se dé prioridad a la lucha contra la pobreza y la exclusión y se cuente con la perspectiva fundamental de las entidades de la sociedad civil en las siguientes fases del Plan, a fin de asegurar que “nadie se quede atrás” en la recuperación económica.