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26/07/2021 | EAPN - Actualidad
La meta de reducción de la pobreza de la Estrategia Europa 2020 fracasó. En Europa hay alrededor de 12 millones de personas afectadas por esta situación por encima del objetivo que perseguía la Unión Europea para 2020. Antes de que irrumpiera la COVID-19 hablábamos de un total de 91 millones de personas en riesgo de exclusión en la Unión Europea. Continuamos con peor nivel que en 2008 cuando se inició la Estrategia, y ello significa que la última ha sido una década perdida contra la pobreza en Europa. La riqueza siguió concentrándose cada vez más, mientras la pobreza se incrementaba.
Las medidas de austeridad agravaron las consecuencias sociales, ya muy negativas, de la crisis económica de 2008. Y aunque la responsabilidad principal recae en los gobiernos de los Estados miembro, las políticas de austeridad establecidas a través del Semestre Europeo contribuyeron al desmantelamiento de los sistemas de protección social en muchos países.
Si a eso unimos que las metas sociales, el Paquete de Inversión Social y los principios del Pilar Europeo de Derechos Sociales se gestionaron mediante una gobernanza de políticas blandas, tenemos todos los elementos de esta tormenta perfecta que ha hecho que en la última década no sólo no avanzáramos en la reducción de la pobreza en el Unión Europea, sino que empeoráramos los datos de empobrecimiento desde los que se partía en la Estrategia 2020.
Y ahora, la Unión Europea, tras ese desastroso resultado social, parece querer dar un volantazo, cambiar el rumbo en este período post-2020 y sumarse de una forma más decidida e inclusiva a la Agenda 2030 y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Este nuevo período representa una oportunidad para (re)construir de forma más justa, ecológica y con la perspectiva de los derechos humanos, pero sin duda se necesita más ambición para cumplir con los ODS.
Nos ha costado mucho sufrimiento de la ciudadanía, 10 años perdidos en materia de lucha contra la pobreza, un mar convertido en cementerio, un Brexit aprobado en el último suspiro con muchos flecos por cerrar, un incremento sustantivo del descontento europeísta, una cada vez mayor presencia de partidos de extrema derecha en los parlamentos, gobiernos y leyes abiertamente discriminatorias, incremento importante de delitos de odio, mayor nivel de desigualdad social, un presente y futuro inciertos para nuestra juventud y… acabamos el párrafo con un largo etcétera.
Sin tiempo ni siquiera para el desaliento, en este contexto con un pie en el cierre de la Estrategia Europa 2020 y el otro en el inicio del nuevo período 2030, EAPN Europa junto a EAPN España pretenden seguir aportando elementos clave que sumen esfuerzos con el objetivo de desarrollar esa Europa social y solidaria, sostenible e inclusiva que trabaje eficazmente desde una perspectiva multidimensional en la lucha contra la pobreza.
Estos elementos clave los presenta la EAPN España en su informe Foro Anual Europeo contra la Pobreza, la Desigualdad y la Exclusión Social: Conclusiones y propuestas para el período post-2020 y Agenda 2030. Esta publicación recoge, en algo más de 80 páginas, un análisis y evaluación de la Estrategia Europa 2020 en su contexto más social, aborda el Semestre Europeo con el impacto del Pilar de Derechos Sociales en España, y pone énfasis en la valoración de las metas de empleo y pobreza. Asimismo, aborda la situación social de la UE27 y analiza los avances en la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en la UE, así como el Nuevo Pacto Verde para una transición ecológica justa. También realiza un seguimiento del nuevo marco financiero plurianual y de los fondos de Recuperación y Resiliencia para España; para finalizar tomando el pulso a la opinión pública en contexto de pandemia.
Para EAPN el nuevo período 2030 de la UE ha de ser social y verde. No se puede dejar pasar el momento para reforzar la Europa Social. Urge a una nueva Estrategia Europea contra la Pobreza que asegure los derechos de la Carta Social Europea Revisada, que ponga en funcionamiento los 20 principios del Pilar Europeo de Derechos Sociales y cumpla con los Objetivos de Desarrollo Sostenible; una nueva Estrategia a la cual se asocien directivas que garanticen la inclusión social, la igualdad de género y no discriminación.
Esta nueva Estrategia Europea contra la Pobreza debería garantizar la sanidad universal, accesible y equitativa; la educación universal, inclusiva y de alta calidad y una ratio de vivienda social mínima por habitante, así como erradicar el sinhogarismo y la exclusión residencial. Asimismo, debería establecer un enfoque transversal de Igualdad entre hombres y mujeres, y también de no discriminación e interculturalidad.
Obviamente, la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible 2030, aprobada el pasado 8 de junio por el Consejo de Ministros, ha de ser coherente tanto con el Pilar Europeo de Derechos Sociales como con la Carta Social Europea Revisada, que ratificó el Gobierno el 17 de mayo del presente año. No se entendería de otra forma si queremos afrontar eficazmente la elevada tasa AROPE que soportamos, pues España tiene al 26,4% de su población en riesgo de pobreza y/o exclusión social, según los últimos datos de la Encuesta de Condiciones de Vida publicados recientemente por el INE. Esta encuesta se ha realizado con los datos de renta de 2019, por lo que todavía no conocemos el impacto real de la pandemia en España.
En período de pandemia y post-pandemia la pobreza ha seguido aumentando con un fuerte impacto en las mujeres, la infancia y los grupos en situación de mayor vulnerabilidad. La COVID-19 ha mostrado cómo los grupos que ya se encontraban previamente en riesgo de pobreza y exclusión social empeoraron su situación y sufrieron las lagunas de cobertura de los sistemas sanitarios y de protección social. Y como consecuencia de todo ello, en 2020 se ha casi duplicado el número de personas que padecen carencia material severa en España.
Pero frente a esta tormenta perfecta, EAPN España destaca en su informe algunas pinceladas que invitan a romper con el desánimo. Las medidas puestas en marcha por la Unión Europea para proteger a la población frente a la pandemia son un punto de partida para alcanzar esa Europa Social, y destacan el hecho de que la Comisión Europea haya suspendido las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, así como la defensa de la inversión social, en parte porque las fragilidades del sistema quedaron expuestas. El hecho de que el 20% de la población en la UE esté en situación de pobreza no es sostenible.
Como siempre ha defendido la EAPN, la pobreza es una decisión política. La UE debe apostar por planes de reconstrucción y resiliencia que tengan en cuenta el impacto social de la pandemia. La EAPN ve necesario participar en el seguimiento de estos planes para que se cumpla con el mandato de la presidenta Úrsula Von der Leyen: “Reconstruir, mejorando lo preexistente. No queremos volver a la normalidad porque ésta era el problema”.
La ciudadanía europea pide a la UE y a los gobiernos de los Estados una narrativa valiente y progresista que coloque la dignidad del trabajo, de los salarios y las condiciones laborales en el centro de la agenda política; así como la consolidación y revisión al alza de las prestaciones. Desde EAPN Europa se está presionando para que se proponga y desarrolle una Directiva Europea sobre Ingresos Mínimos Garantizados, así como sobre Salario Mínimo.
Respecto a la Estrategia de Igualdad de Género, la EAPN pide mayor agilidad, pues al ritmo actual, nos quedarían más de 60 años para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres, según afirma en el Informe. Tampoco el Nuevo Marco Estratégico Europeo para la Población Gitana 2020-2030 resultará efectivo si no se trata de una herramienta de política vinculante, critica. Y así muchas otras realidades sociales.
En su Informe, EAPN urge a que las políticas sociales europeas dejen de ser “blandas” pues las situaciones a las que se enfrenta la ciudadanía son muy duras. Y para afrontar todo esto, se hace imprescindible contar con la participación de las personas en situación de pobreza y/o exclusión y el resto de la sociedad civil.